¿Alguna vez has visto a alguien “adivinar” el sexo de una gata por su color? ¿Quieres aprender tú a hacer lo mismo? Pues es muy fácil, si ves un gato tricolor o jaspeado a mechas puedes asegurar, casi al cien por cien, que se trata de una hembra.
Si quieres saber más, es imprescindible que nos acerquemos al apasionante y a veces difícil mundo de la genética. Pero no te asustes, que solo se trata de explicar algunos fundamentos sencillos. El primero es recordar que todos los seres vivos tienen un número concreto de cromosomas autosómicos, que en el caso del gato es de 38, divididos en pares (19).
Adicionales a este número de pares de cromosomas existe un par que determina el sexo del individuo, llamados cromosomas sexuales.Estos cromosomas son el X y el Y, al que también llaman X incompleto. En los mamíferos, los machos tienen un cromosoma sexual X y otro Y (XY); en cambio, las hembras tienen dos cromosomas X (XX).
Por otra parte, existen dos grupos de pigmentos presentes en el manto de los gatos, las eumelaninas, las responsables de los pigmentos de color negro, y las feomelaninas, que proporcionan los pigmentos de color rojo o anaranjado), cuya acción está determinada por un gen simple que se aloja en el cromosoma sexual X.
Según esta teoría, los machos solo pueden tener un gen que determine el tipo de pigmento que se fija en el pelo, por lo que solo pueden mostrar uno de estos colores, el negro o el rojo. En cambio, las hembras pueden tener los dos genes a la vez, uno en cada cromosoma X, razón que permite que muestren una combinación jaspeada del rojo con el negro.
Este tipo de gatas suelen recibir la denominación de “concha de tortuga” o carey, aunque hoy día se ha extendido más la denominación de tortuga a secas, especialmente en el mundillo de las exposiciones. Aunque es fácil de deducir, vamos a explicar por qué hay gatas negras o rojas por separado: tienen el mismo gen que determina la fijación de un pigmento u otro en los dos cromosomas X, lo que se denomina homocigosis; es decir, en ambos cromosomas X está el gen del color rojo o el gen del color negro.
Por supuesto, también nos referimos a las tonalidades diluidas de estos colores, que son el crema y el azul (o gris).
Ahora abordamos un tema algo más complicado, ya que todo lo descrito se refiere a los pigmentos del manto no a los patrones(bicolor, atigrado, colorpoint, etc.), que están controlados por los cromosomas autosómicos, es decir, los que no son sexuales. No obstante, cualquier patrón se ve sometido a la presencia de un pigmento u otro, de modo que existen gatos negros atigrados, más conocidos como “brown tabby”; siameses rojos, “red point”, o bicolores negros, bicolores rojos o tricolores, etc.
Para resumir, si ves un gato con el manto tricolor (rojo, negro y blanco) o jaspeado en negro y rojo (carey) o azul y crema, puedes asegurar casi sin temor a equivocarte que se trata de una hembra. ¿Por qué decimos “casi”? Porque hay algunos machos con esta característica, pero se trata de una anomalía genética, en tanto tienen dos cromosomas X y uno Y (XXY), y que los hace estériles. En cualquier caso, no es muy frecuente.
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