La Vida de Kira y Cosas de Gatos

23 de diciembre de 2015

No regalar mascotas



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¡No regales mascotas en Navidad! No es un juguete, sino un animal que necesita un dueño responsable.
Más del 30% de los animales que se regalan en Navidad son abandonados o cedidos meses después. No contribuyas a esta cifra y NO regales mascotas. Un animal no es un juguete que se tira cuando te cansas o está viejo, es un ser vivo que necesita muchos cuidados. Un fiel compañero que te acompañará durante toda su vida.
Tener una mascota es una decisión muy personal que debe ser meditada y consensuada por toda la familia para repartir las obligaciones y responsablilidades. Y si lo tienes clarísimo, no compres y adopta, salvarás una vida.
Antes de introducir una mascota en la vida de una persona hay que analizar varios aspectos:
  • ¿Realmente quiere una mascota? Primero hay que asegurarse de que la persona que va a recibir al nuevo compañero lo desee realmente. Es una gran responsabilidad y, por lo tanto, debemos saber si esa persona está dispuesta a hacerse cargo de la mascota durante toda su vida que puede ser muchos años.
  • ¿Tiene tiempo para atenderla? Una mascota requiere muchos cuidados y atenciones, alimentarla adecuadamente, ocuparse de su aseo, de una buena atención sanitaria... Es decir, hay que dedicarle mucho tiempo, para jugar con ella, sacarla a pasear y educarla, detalles que requieren paciencia y tiempo libre.
  • ¿Puede permitirse el gasto? Otro factor importante a tener en cuenta es el económico, ya que mantener a una mascota supone un gasto considerable en vacunas, visitas al veterinario, alimentación y otros cuidados. Hay que asegurarse de que la persona en cuestión pueda y quiera afrontar todas las responsabilidades que eso conlleva.
  • ¿Dónde vive? Es fundamental saber dónde vive el futuro dueño de la mascota. Si vive en una casa con mucho espacio, podemos plantearnos regalarle un perro de mediano o gran tamaño; si vive en un piso pequeño, tendremos que olvidar esa opción y elegir una mascota más adecuada.
  • ¿Hay personas alérgicas en su casa? No podemos olvidar que hay personas alérgicas a ciertos animales, una condición determinante a la hora de elegir mascota.
  • ¿Sabes qué le gusta? No tiene sentido regalarle una tortuga a alguien al que no le gustan los anfibios. Es mejor asegurarnos de que nuestra elección será de su agrado y, si no estamos seguros, no arriesgarnos.
  • ¿Qué necesidades tiene? Otro factor que nos puede ayudar a tomar esta importante decisión son las necesidades de la persona a quien va ir dirigido el regalo. Si es un anciano, seguro que agradece la compañía de una mascota, pero tendrá que ser un animal que no requiera demasiados cuidados. Para un niño, por ejemplo, podemos elegir uno simpático y juguetón, que le dé energía y le aporte optimismo.
¿Y si los niños piden una mascota?
Los pequeños de la casa suelen ser los grandes demandantes de mascotas. Para ellos, un gatito, un perrito o unconejo es un compañero de juegos y de actividades con el que crearán un fuerte vínculo de amistad. Sin embargo, regalarle una mascota es una decisión que hay que meditar seriamente.
Por un lado, hay que educar previamente al niño para enseñarle que una mascota no es un juguete, sino un ser vivo que tiene sus necesidades, que exige un gran esfuerzo y dedicación. El niño deberá aprender a cuidarlo y a cumplir ciertas obligaciones para con su nuevo amigo. No obstante, no se podrá encargar de todo, así que los padrestambién tendrán que estar dispuestos a encargarse del animal en aquellas situaciones en las que su hijo no pueda hacerlo. Hay que asegurarse de que tanto el niño como los padres se responsabilizarán de la nueva mascota.

11 de diciembre de 2015

Cómo evitar que tu gato te arañe los muebles


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¿Tu gato araña tus muebles?, ¿acaba con tu paciencia?, ¿ya no sabes qué hacer? Estos tres consejos te ayudarán a evitarlo.
Durante el rascado se produce un marcaje del lugar elegido por nuestro gato. Por tanto es un rascado de carácter territorial. En ese momento sus garras liberan unas sustancias llamadas feromonas no perceptibles para el ser humano, pero sí para él y sus congéneres. Podemos evitarlo, o reconducirlo con estos simples consejos.
  1. Disuadirlo: podemos intentar disuadir a nuestro gato de su idea de marcar nuestro mueble favorito. En primer lugar, debemos conseguir que las áreas que quiere arañar o rascar resulten menos atractivas.
    Las esquinas tapizadas de sofás y sillas son un imán irresistible, pero podemos conseguir que no sea así.
    Existen productos como aerosoles análogos sintéticos de la feromona felina que harán innecesario por parte del gato el marcaje de ese sitio en particular. Hay diversas presentaciones, pero podemos utilizarlo como aerosol sobre la zona marcada, sin que deje huella u olor para nosotros. Otros sistemas disuasorios pueden ser el rociado con un spray repelente, o simplemente pegar un plástico o una cinta adhesiva de doble cara a la superficie que queramos proteger. Las patas de los gatos son extremadamente sensibles al tacto, después de haber evolucionado para detectar hasta las más leves vibraciones. Dicha sensibilidad hace que las superficies “pegajosos” resulten excepcionalmente molestas, y el gato evitará rascar cualquier lugar tan poco atractivo.

  1. El rascador adecuado: encontrando el rascador de sus sueños, podemos desplazar su anterior “objeto de deseo”. Existen multitud de modelos en el mercado, incluso combinando diferentes materiales y texturas, y de varias alturas. Debe proporcionar al gato un sitio con la estabilidad y fuerza suficientes para efectuar el rascado. Los gatos también efectúan el rascado para desprenderse de las capas exteriores de sus uñas y estirarse, con lo que el rascador ha de soportar la tracción que el gato realiza para ello. Aquellos que poseen partes forradas de cuerdas son muy resistentes y los gatos gustan de este material.
    Es muy importante su emplazamiento, es decir, debemos colocarlo en un lugar aceptado por nuestro gato o que le guste especialmente. En hogares con varios gatos es recomendable colocar más de un rascador.
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  1. El arreglo de las uñas: es conveniente acostumbrar a nuestro gato, ya desde pequeño, al recorte y arreglo de uñas. De esta manera evitaremos mayores “estropicios”. Además si con la misma tijera, que ha de ser específica para el corte de uñas de gatos, eliminamos las capas externas, muy fáciles de desprender, nuestro minino sentirá una menor necesidad de deshacerse de ellas.