La Vida de Kira y Cosas de Gatos

5 de febrero de 2018

Infección de orina en gatos

 Síntomas, tratamiento y prevención

Vanessa Díaz 
Periodista especializada en el mundo animal
Infección de orina en gatos - Síntomas, tratamiento y prevención
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Las infecciones de orina, también conocidas como enfermedades del tracto urinario (FLUTD), son uno de los grupos de patologías más comunes e incómodas que puede padecer un gato. Hay varios tipos de infecciones, como puede ser la cistitis (inflamación de la vejiga), nefritis (inflamación de los riñones) o urolitiasis (cálculos urinarios), pero la mayoría presentan el mismo cuadro de síntomas.
Como mencionamos anteriormente, estas condiciones afectan a la vejiga y la uretra del felino, y pueden darse en gatos de cualquier edad pero, sobre todo, en animales de edad adulta que padecen obesidad, que están confinados a espacios muy reducidos o que llevan una dinámica emocional con muchos sobresaltos y pocos episodios de tranquilidad.
Hablemos en este artículo de ExpertoAnimal acerca de la infección de orina en gatos, sus síntomas, tratamiento y cómo prevenirla.
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¿Cómo saber si mi gato tiene una infección de orina?

Todos los padres de gatos deberán estar muy informados sobre los síntomas de estas afecciones, pues es muy importante la prevención y el pronto tratamiento, ya que si un gato padece infección de orina podría no solo ser muy doloroso para el animal, sino potencialmente mortal.
Muchos gatos sufren de brotes repetidos, lo que hace genera un patrón que va empeorando con el tiempo, aunque ¡cuidado!, porque sucede que la mayoría de los gatos no presentan síntomas hasta que la enfermedad se encuentra muy avanzada. Por lo tanto, es importante vigilar el comportamiento de tu gato al momento de hacer sus necesidades y también observar el estado de su orina.
La sintomatología que puede determinar si tu gato tiene infección de orina contempla los siguientes aspectos:
  • Realiza demasiado esfuerzo al orinar.
  • Orina en pocas cantidades.
  • No puede contenerse y orina fuera de su bandeja (muy extraño en ellos).
  • Intentar orinar con más frecuencia de la normal, que en ocasiones, puede confundirse con la acción de defecar.
  • Llora al momento de orinar, este comportamiento es totalmente fuera de lo normal.
Adicionalmente, podría presentar sangre en la orina. Así mismo, tendrá la necesidad constante de lamerse sus partes para aliviar sensaciones incómodas, algunos presentan fiebrey debilidad en las etapas iniciales de la infección.

Tratamiento para la infección de orina en gatos

Por más que creamos saber lo suficiente, nunca debemos diagnosticar nosotros mismos a nuestro gato, y menos si tiene una infección urinaria. Ante la presencia de cualquier síntoma comentado en el apartado anterior, deberás visitar al veterinario para que este realice todas las pruebas necesarias. Análisis de sangre y muestras de orina entran dentro del tipo de exámenes, tanto para comprobar si tiene cristales, células inflamatorias, como para revisar el estado de la orina y descartar otras enfermedades.
El tratamiento para la infección de orina en gatos variará dependiendo de la patología. Si el gato tiene un problema de infección bacteriana deberá tomar antibióticos (estas no ocurren con frecuencia). Para el caso de cistitis el tratamiento empezará por aliviar el dolor administrando medicamentos para relajar y evitar obstrucciones en las vías urinarias. Luego, reducir el estrés con ejercicio y la administración de feromonas para ayudar a reducir los niveles de ansiedad. Por último, controlar la cantidad de orina, sustituyendo la comida seca por una dieta un poco más húmeda. Para más información, no te pierdas nuestro artículo en el que te contamos todo lo que debes saber sobre la cistitis felina.
Si el gato tiene bloqueada la uretra, el tratamiento será quirúrgico y prácticamente de urgencia, pues la orina no está fluyendo con normalidad. Es posible que tu mascota se quede internada por varios días, ya que el veterinario deberá darle medicamentos vía intravenosa y monitorear su progreso. Lo mismo con los cálculos, que bien podría ser un tema de operación (dependiendo del tipo) o si no está tan avanzando podría curarse con un simple cambio de dieta y hábitos de vida.
Recuerda acabar con el tratamiento para evitar próximas recaídas, en especial si el gato es propenso a este tipo de infecciones de orina.

¿Cómo prevenir la infección de orina en gatos?

El apoyo del veterinario no solo debe ser cuando el felino enferma o tiene una emergia. Intenta tener una comunicación fluida con él acerca de tu gato, y pregúntale cuál es el tipo de dieta más adecuada para la salud de tu mascota. Recuerda que somos los que comemos. En este sentido, te recomendamos consultar nuestro artículo en el que te hablamos de la alimentación adecuada para gatos.
El agua es básica para limpiar y depurar el organismo. Deberás educar y acostumbrar a tu gato a que siempre tome agua. Si tu gato no bebe agua, consulta nuestro artículo y soluciona el problema. De la misma forma ocurre con el hábito de orinar, esta es una de las pocas formas que existe para expulsar las toxinas del cuerpo, por lo que es importante que tu gato lo haga con frecuencia y que a la hora de hacerlo encuentre su caja de arena en las mejores condiciones de higiene y limpieza. Esto hará que se sienta más a gusto.
Los gatos son animales de rutina, siempre será positivo para su salud minimizar los cambios bruscos de rutina que puedan causarle estrés, que luego puedan desencadenar en una infección urinaria.
Haz todo el esfuerzo por darle una vida tranquila a tu gato, verás que tendrás una mascota sana y feliz por muchos años.

¿Por qué mi gato tiene una infección?

Las infecciones, obstrucciones e inflamaciones urinarias se producen por la presencia o no de sangre u otros agentes extraños en el tracto urinario. Estas patologías pueden ser causadas por muchos factores y/o a su vez ser la manifestación de una enfermedad ya gestada en el organismo del animal. Algunos de las causas pueden ser:
Como mencionamos al principio del artículo, cualquier factor que ponga en estado de stress al gato, puede predisponer el desarrollo de este tipo de enfermedades. Situaciones de este tipo podrían ser un cambio repentino de hogar, la llegada de un nuevo miembro a la familia, ausencia de su compañero humano y presencia de personas extrañas.
El sedentarismo y la obesidad también pueden ocasionar infecciones de la vías urinarias, pues al relentizarse todos los procesos internos y el cuerpo no está igual de capacitado para eliminar todos los desechos que va consumiendo. La obstrucción uretral en machos se presenta con más frecuencia en adultos jóvenes que viven en espacios muy cerrados, en donde tienen pocas oportunidades para ejercitarse.
Un ph poco ácido y descontrolado en la orina de gato puede aumentar la aparición de magnesio y elevar sus niveles hasta un punto no adecuado, que pueda llevar a una posterior formación de cristales de fosfato de magnesio que puedan precipitarse de forma dañina en la orina y luego causar urolitiasis (cálculos urinarios) Todo esto es causado, entre otras cosas, por una mala alimentación, como las dietas de baja digestibilidad y sin control de minerales
Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

4 de febrero de 2018

Cuidado con la oruga procesionaria


La peligrosa oruga procesionaria del pino


La primavera marca el inicio de muchas cosas cada año: es la eclosión de la naturaleza, las temperaturas empiezan a subir, las alergias se propagan… y un bicho empieza su procesión. Hablamos de la oruga procesionaria del pino (Thaumetopoea Pityocampa), llamada así porque en esta época del año (entre febrero y abril) baja de los árboles para movilizarse en forma de convoyes que seguro que habéis visto alguna vez: filas de una oruga tras otra, todas ellas de colores blancos, negros y marrones muy intensos, y cubiertas de pelos. Es algo muy llamativo, tanto para nosotros… como para nuestras mascotas. Y ahí está el problema: así como nuestra actitud ante tales procesiones es la de mirar y no tocar, nuestros perros y gatos pueden ser más curiosos, y emplear su hocico para saber más. Y si llegan a contactar con los insectos, su vida puede llegar a correr peligro. 

Basta con levantar la mirada cuando se pasea en un lugar a la sombra de los pinos, para notar fácilmente la presencia de orugas procesionarias: bolas blancas de dimensiones no demasiado grandes, presentes durante todo el año porque ahí es donde viven las larvas prácticamente toda su vida. Salvo cuando suben las temperaturas, que es cuando bajan a la tierra en busca de un refugio en el que enterrarse para preparar su transformación en mariposas (que suele pasar en pleno verano), y forman esas procesiones antes mentadas. 

El gran peligro para nuestras mascotas radica en el sistema de protección de los insectos, consistente en ese manto de pelos (tricomas) de carácter urticante. La toxina en cuestión es terrible cuando entra en contacto con el hocico (de hecho, para el ser humano también supone un problema): los primeros síntomas pasan por un rascado frenético por parte del animal, acompañado de mucha saliva y de vómitos (y en ese caso, pueden aparecer pedazos de oruga entre los restos, fijaos bien). Y es que la lengua se necrosa, se inflama al tiempo que se crean ampollas, se amorata, y hasta puede llegar a caerse total o parcialmente. También se le puede hinchar la cara, y si ha llegado a ingerir alguno de los bichos, su vida corre serio peligro: las mismas reacciones de su boca pueden darse en el esófago y el estómago, provocando un colapso al animal al obstruir sus conductos. 

La única solución posible pasa por tratar de evitar el más mínimo acercamiento a las procesionarias. Pero no siempre es tan fácil, por lo que al menor síntoma, toca correr al veterinario más cercano, que por cierto, pueden recetarnos pastillas o inyecciones en caso de que tengamos pensado salir con nuestra mascota a algún lugar alejado. Por lo demás, los primeros auxilios que podemos tratar de aplicar a nuestra mascota pasan por un lavado de la zona afectada, ya sea con agua o suero, pero hay que andarse con ojo puesto que los pelos de la oruga que hayan quedado clavados en el hocico y se rompan, pueden empeorar la situación liberando más veneno. 

Mucho ojo, por tanto, ante la que ya se considera una auténtica plaga, de las más peligrosas de esta época…