A casi todos los gatos les gusta el pescado crudo y es bueno que forme parte de su dieta, no obstante, conviene tomar algunas precauciones para preservar la buena salud del gato.
Hay dos cosas muy peligrosas y que no debe darse al gato, las vísceras crudas en exceso pueden provocar rigidez muscular e incluso parálisis. La otra son las espinas, que pueden producir perforaciones en el esófago y obstrucciones en los intestinos.
Lo aconsejable es darle pescado crudo de forma esporádica, retirando previamente las vísceras y las espinas. Si queremos reducir aún más los riesgos de este alimento, conviene darle pescado crudo previamente congelado para evitar el riesgo del parásito llamado anisakis, que puede provocar molestias estomacales.
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