El comportamiento de los gatos sigue siendo un tema desconocido para el gran público y sobre cuyas características los estudiosos no terminan de ponerse de acuerdo.
A este respecto, algunos autores aseguran que la personalidad del gato es solitaria, incluso asocial, y que tolera mal la presencia de otros individuos, pero todos sabemos que un gato puede convivir con otro, incluso dentro de una colonia, sin ningún problema más allá de los ocasionados por su comportamiento reproductivo.
Por otro lado, hay autores que aseguran la existencia de gatos dominantes que están por encima de los demás, si bien otros estudiosos no reconocen en el gato el comportamiento dominancia-sumisión, al menos no como se manifiesta en el perro, en tanto no se trata de una especie naturalmente gregaria.
En lo que sí coinciden todos los expertos es en que el gato no es un perro y que su comportamiento es muy diferente.
¿Cómo se forma el carácter de un gato?
¿Puedes cambiar el comportamiento de tu gato?
Antes de nada debes preguntarte si el comportamiento de tu gato es normal y por qué sería necesario cambiarlo.
Por otro lado, llegar a cambiar el comportamiento de tu gato depende de un gran número de factores. Por ejemplo, si tienes un gato muy tímido y asustadizo, antes de hacer nada debes conocer qué tipo de socialización ha tenido y si ha sufrido malas experiencias con el ser humano. En caso de que haya tenido una buena socialización pero malas experiencias con las personas, tendrías que conseguir que él “reaprendiera” que la presencia humana no supone un peligro.
Los casos en que aparece un comportamiento anormal, como agresión al propietario o que ensucia donde no debe, en muchas ocasiones necesitan la intervención directa en un etólogo experto.
¿Qué método debo seguir para cambiar el comportamiento del gato?
Ante todo debes tener en cuenta que el gato no va a tolerar los modos bruscos, el tono de voz fuerte, ni mucho menos los castigos físicos; él sólo tolerará que “lo convenzas” de una manera positiva y siempre con mucha paciencia.
No te olvides que el gato no es un perro y que su estructura mental no ha evolucionado para formar parte de un grupo donde existe un individuo alfa que somete a todos los demás, de modo que tú podrías prevalecer sobre él. Al contrario, el gato considera que tu casa es su territorio y que él te permite compartirlo.